Guerra sin fin en el país de la Coca-Cola

Artículo escrito por Brais Rodríguez, coordinador de Xuventudes Socialistas de Galicia.

Cuando pensamos en la Coca-Cola rápidamente la asociamos a una parte inquebrantable de la identidad estadounidense, asociadas a imágenes en nuestras cabezas de la NBA, la NASCAR, Hollywood etc… Pero muy poca gente sabe lo que esconde cada lata/botella de Coca-Cola (y de cualquier otra bebida azucarada). Estamos hablando de un ingrediente clave producido en un país del Sahel con una historia marcada por la guerra y el caos, cómo no, estamos hablando de la “Goma Arábiga” y de Sudán.

La goma arábiga es una resina que se extrae de determinadas variedades de acacias muy populares en el Sahel, concretamente en Sudán. ¿Su poder? Es básicamente un pegamento comestible usado para fijar el azúcar en las bebidas refrescantes, de ahí su tremenda importancia.

En el año 2023 el 70% de este recurso vino de un sólo país, Sudán. 5 de sus 45 millones de habitantes trabajan directa o indirectamente en este sector y es tal su poder que muchos funcionarios (policías y militares incluso) se dedican a su recolección para complementar sus salarios.

Desgraciadamente Sudán también es noticia (de vez en cuando) porque desde abril de 2023 hay una nueva guerra civil que enfrenta a dos hombres fuertes: Abdelfatah al Burhan y Mohamed Hamdan Dagalo (Hemedti).

La guerra civil en Sudán: orígenes

Esta es una guerra entre dos personajes de dudosa reputación que parece no tener fin. Pero como siempre, para entender los conflictos de hoy día debemos irnos al pasado, concretamente a finales del Siglo XIX.

Entre 1884 y 1885 se llevó a cabo el reparto de África en la famosa “Conferencia de Berlín” por parte de las potencias europeas. En el caso de Sudán quedarían bajo control del Imperio Británico aunque a partir de 1899 compartirán el territorio con Egipto, país que de facto se había convertido en un estado vasallo de los británicos por lo que todo quedaba en casa.

Escudo del Sudán Anglo-Egipcio
📸 Wikiwand.Com

Mapa de Sudán hasta 2011.
📸 CountryReports.Org

El nuevo territorio sudanés era inmenso, más de 2,5 millones de km2 divididos en dos grandes grupos étnicos y dos grandes religiones. Mientras el norte era árabe y musulmán el sur era mayoritariamente negro y católico, esto no tendría por qué ser un problema de primeras pero estamos hablando de la época imperial y cualquier diferencia es buena para aplicar la estrategia de “Divide et impera”.

Debido al inmenso tamaño de la colonia los británicos optaron por desarrollar la zona norte y especialmente las zonas cercanas a puntos estratégicos como puertos marítimos, esto creó una gran diferencia entre la dos sudanes pero esa diferencia se acentuó en 1924 cuando los británicos dividieron Sudán en dos por razones étnicas y religiosas de una forma bastante estricta.

En medio de la II Guerra Mundial, concretamente en 1943, los británicos optaron por volver a unificar la colonia. Una vez el conflicto terminó los grandes imperios europeos no tenían la fuerza suficiente para mantener sus colonias, es así como empieza el periodo de descolonización que llevan a Sudán a convertirse en un estado independiente el 1 de enero de 1956.

Independencia, ¿y ahora?

El nuevo estado sudanés nació con numerosos problemas, tanto es así que la primera guerra civil del país se inició meses antes de la independencia de este. Las divisiones étnicas y religiosas promovidas durante años por los colonizadores seguían aún muy vigentes en el imaginario colectivo, es por eso que la zona norte y musulmana más desarrollada se acabó imponiendo sobre la zona sur negra y cristiana.

El nivel de marginación de los musulmanes a los católicos llegó a ser tal que no se les incluía en los gobiernos, progresivamente se impuso el árabe como única lengua oficial, el islam como la religión oficial y hasta la bandera del país pasó a tener los colores panárabes.

Otro de los problemas de esta guerra es que la guerra civil sudanesa acabó formando parte de otros conflictos de ámbito regional y global. Estamos hablando de la “Guerra Árabe-Israelí” y cómo no, de la “Guerra Fría”.

Imagen de la URSS y EEUU, las potencias que protagonizaron la guerra fría (1947-1991)
📸 Br.Rbth.com

El norte árabe recibió ayuda de la URSS, país con el cual simpatizaba por medio de la ideología “socialista árabe”. El sur católico por su parte contó con ayuda de EEUU y en especial del recién creado Estado de Israel que buscaba debilitar a los países árabes que le eran hostil.

Después de muchos años de guerra y numerosas divisiones internas en ambos bandos se decide optar por la vía diplomática, así en 1972 se firma el Acuerdo de Addis Abeba que garantiza una autonomía administrativa a Sudán del Sur así como garantizar que estos tengan más peso en la administración del estado. Así tras 17 años (1955-1972) se ponía fin a la primera guerra civil sudanesa que dejó al menos 500.000 muertos.

Res, Non verba (Hechos, no palabras)

Los acuerdos de Addis Abeba prometían poner fin a la guerra y a las tensiones étnico-religiosas que había dentro de Sudán. Estos acuerdos fueron incluidos dentro de la Constitución Sudanesa sin embargo quedaron en papel mojado, no hubo demasiados cambios con respecto a la situación anterior. Pero a finales de la década de los 1970 y principios de los 1980 la tensión se incrementaría de tal manera que daría inicio a la segunda guerra civil sudanesa en el año 1983, ¿El culpable?, un viejo conocido de los grandes conflictos: EL PETRÓLEO.

A finales de la década de 1970 y a principios de la de 1980 empezaron a descubrirse numerosos pozos de petróleo a lo largo de la geografía sudanesa pero lo interesante es que la mayoría de ese petróleo se encontraba en la parte SURSUDANESA discriminada durante décadas por lo que cuando el gobierno de Jartum (Capital de Sudán) quiso tomar el control de estos pozos, muchas veces por la fuerza, la situación acabó llevando en 1983 al estallido de la segunda guerra civil sudanesa que duraría hasta 2005 y dejaría la friolera de 2,5 millones de muertos en más de 20 años de guerra.

En 1989 ante la incertidumbre provocada por la guerra se produce un golpe de estado encabezado por el General Omar Al-Bashir contra el gobierno democrático de Sadiq Al-Mahdi. Al Bashir rápidamente instauró un sistema dictatorial con apariencia de democracia donde se celebraban elecciones no muy limpias.

Omar Al-Bashir, Dictador de Sudán entre 1989 y 2019
📸 Channel4.com

A parte de un régimen dictatorial, Al Bashir impuso un sistema todavía más islamista que sus predecesores, era tan islamista que hasta Osama Bin Laden vivió en el país durante un tiempo cuando ya era considerado un fanático religioso.

Debido a esto último EEUU metió a Sudán el la “Lista de Países Patrocinadores del Terrorismo” en 1993, lista en la cual se matuvo hasta 2020 cuando la dictadura de Al Bashir había acabado y el nuevo gobierno sudanés aceptó unirse a los Acuerdos de Abraham promovidos por el entonces Presidente, Donald Trump.

Pero volviendo a la segunda guerra civil sudanesa, serían las amistades peligrosas de Al Bashir y los Atentados del 11 de septiembre de 2001 lo que años más tarde harían intervenir a EEUU en favor de un acuerdo de paz.

Tras el fin de la guerra fría los países del primer mundo perdieron interés en el continente africano por lo que no se hizo mucho por parte de EEUU ni de sus aliados para poner fin a esta guerra. Tuvo que ocurrir el 11S para que EE UU interviniera en el conflicto, Washington no quería que los islamistas más radicales aprovechasen el caos en Sudán para hacerse fuertes como había ocurrido en Afganistán en los años 1990.

Es por ello que el 9 de enero de 2005 el Gobierno Sudanés y el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (Guerrilla Sursudanesa) firmaron el “Acuerdo General de Paz” o “Acuerdo de Naivasha” donde se garantizaba una autonomía política al sur, no se aplicaría la ley sharía en el sur y en un plazo de 6 años los sursudaneses podrían votar en un referéndum si querrían ser independientes. Los beneficios del petróleo se dividirían en partes iguales hasta entonces.

📸 RTVE.ES

Entre el 9 y el 15 de enero de 2011 los sursudaneses acudieron a las urnas para decidir si querían ser un país independiente o por el contrario querían seguir siendo parte de Sudán. Los sursudaneses lo tuvieron claro, el 98.83% de los votos apoyaron la independencia frente al 1.17% que votaron en contra. Esta independencia se llevó a cabo el 9 de julio de 2011 convirtiendo así a Sudán del Sur en el país más nuevo del mundo.

El principio del fin (Parte I)

Sin darse cuenta la secesión del sur fue el primer clavo en el ataúd político de Omar Al Bashir, entre el 75-80% de las reservas de petróleo del país se ubicaban en Sudán del Sur lo que llevó al país a una situación económica muy tensa. En 2013 hubo protestas muy fuertes contra el régimen ya que los precios de los productos más básicos habían sufrido un aumento de precios de hasta un 60%.

Mapa de Sudán desde 2011
📸 OperationWorld.Com

Es también en 2013 cuando se conforma oficialmente una “Guardia Pretoriana” al servicio de Al Bashir que le ayuda a reprimir a sus disidentes en los momentos más complejos, su nombre: Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR o RSF por sus siglas en inglés) y estaban lideradas por un tal Mohamed Hamdan Dágalo, más conocido por su apodo Hemedti (Significa Protector en árabe). Este apodo se lo puso el propio Al Bashir.

Pero antes de seguir en nuestra historia debemos ir un momento al pasado para conocer a nuestro protagonista: Hemedti.

Hmedti

Situación geográfica del Darfur
📸 Issafrica.Org

Al oeste de Sudán hay una región llamada Darfur que en 2003 saltó a la fama porque aprovechando la segunda guerra civil sudanesa una parte de su población salió en masa a reclamar derechos.

En el campo religioso casi la totalidad de la región era musulmana sin embargo en el campo étnico la región estaba dividida entre árabes y nilo-saharianos, a la vista de la guerra Al Bashir no podía usar a su ejército para reprimir a los manifestantes del Darfur por lo que optó por formar unas milicias armadas llamadas los “Yanyauid” que fueron armados y apoyados en todo momento por el régimen de Jartum.

El comportamiento de estas milicias podría equipararse en Europa con el que tuvieron las SA y las SS durante el régimen nazi, el nivel de violencia fue tal que 300.000 personas murieron y cerca de 3.000.000 resultaron heridas o tuvieron que abandonar el país según datos de la ONU y varias ONGs.

Los Yanyauid tenían manga ancha para hacer lo que quisieran, llegaron a entrar en territorio del vecino Chad para reprimir a la población nilo-sahariana. Uno de sus líderes era un tal Mohamed Hamdan Dágalo.

El conflicto iría perdiendo intensidad en los años posteriores pero las violaciones de DDHH seguían siendo constantes, tales como los abusos sexuales contra mujeres y niñas. Debido a esto la Corte Penal Internacional emitió entre 2009 y 2010 una orden de arresto contra Omar Al Bashir.

Este conflicto acabaría oficialmente con un acuerdo de paz en 2020 pero desde el inicio de la tercera guerra civil sudanesa en abril de 2023 la represión ha vuelto al Darfur como han denunciado numerosos refugiados sudaneses en Europa.

El principio del fin (Parte II)

Debido a la “manera de trabajar” de los “Yanyauid” Omar Al Bashir decidió tenerlos cerca por si la situación volvía a ponerse turbia. Eso fue ocurriendo en buena parte de los años 2010” cuando Sudán del Sur se independizó y buena parte de la riqueza del país se esfumó de un día para otro, el país tuvo que hacer sacrificios, pero la cosa no hizo más que empeorar gracias a un viejo conocido que ha ganado mucha fuerza en los últimos años: EL CAMBIO CLIMÁTICO.

El país se encuentra en la región del Sahel y buena parte de su territorio es un desierto, lo cual limita bastante la agricultura y es propenso a sufrir sequías. Todo esto lleva ocurriendo décadas pero el cambio climático ha agravado esta situación.

En 2018 con el fin de cumplir con las exigencias para un préstamo del FMI el gobierno acabó con numerosas subvenciones como las que había para el trigo o las que había para los combustibles. Curiosamente esto acabó prendiendo finalmente la mecha que acabaría con el régimen de Al Bashir.

Adiós, Al-Bashir

Debido a la fuerza de los manifestantes y el nulo caso a las normas impuestas por el régimen de Al-Bashir el 11 de abril de 2019 las FFAA de Sudán se rebelaron y depusieron al dictador de su cargo después de casi 30 años. Curiosamente su guardia pretoriana personal, las Fuerzas de Apoyo Rápido, también se sumaron al golpe. De esta forma Hemedti ganó todavía mayor peso político.

La caída de Al-Bashir fue vista como un logro nacional, lo que envalentonó a los manifestantes para seguir protestando. Por desgracia los sustitutos de Al-Bashir rápidamente demostraron no ser mejor que él. El 3 de junio de 2019 las FFAA del nuevo gobierno con las Fuerzas de Apoyo Rápido reprimieron una manifestación que ocurría en la capital del país, Jartum. El modus operandi fue el típico de las dictaduras: golpes, vejaciones, uso de gases lacrimógenos y munición real, en total fallecieron casi 130 manifestantes. Este lamentable episodio es conocido como “La Masacre de Jartum”.

Imágenes de las Fuerzas de Apoyo Rápido durante la “Masacre de Jartum”.
Esta es una de las pocas imágenes que hay sobre la brutal represión de aquel día.
📸 WashingtonPost.com

Gobierno cívico-militar

Tras unos meses de gobierno puramente militar las FFAA decidieron crear un gobierno cívico militar hasta la celebración de elecciones, allá por 2022. La idea era dirigir el país de manera eficiente hasta ese entonces. El gobierno constaría de 11 miembros: 5 civiles, 5 militares, 1 persona de consenso entre las partes. El Presidente de este nuevo gobierno sería el también militar Abdelfattah Al-Burham.

Al Burham y Hemedti escenifican el acuerdo de gobierno para liderar la transición del país a la democracia en verano de 2019.
📸 MonitorDeOriente.Com

Tras su establecimiento, el nuevo gobierno rápidamente se puso manos a la obra para mejorar la situación económica del país. Todo parecía ir de acuerdo con el plan pero en octubre de 2021 la situación volvió a dar un giro de 180º.

La parte militar del gobierno dió un golpe de estado y expulsó a la parte civil del gobierno. Básicamente la parte militar del gobierno no estaba dispuesta a dejar el poder tras décadas bajo su control.

Es justo en este momento en el que Abdelfattah Al Burham y Hemedti se reparten el poder del país y dejan la transición a la democracia a un lado.

2023: dos gallos y un solo gallinero

📸 Word-Today-News.Com

Tras el golpe de estado de octubre de 2021 las partes acordaron llevar a cabo reformas dentro del estado. Una de esas reformas fue crear una FFAA unificadas con todas las milicias activas en todo el territorio sudanés con el Presidente del Gobierno Transitorio, Al Burham, como Comandante Supremo.

Esto convertiría de facto a Hemedti en un auxiliar/adjunto del poder de Al Burham, lo cual no gustó demasiado a una persona que había actuado por libre durante años por lo que rápidamente la tensión empezó a subir.

En abril de 2023 el Presidente del Gobierno Transitorio lanza un ultimátum a Hemedti y para presionarlo cierra el Aeropuerto de Jartum, lo cual desata una serie de combates entre las FFAA de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido de Hemedti que sigue hasta nuestros días.

Pero, ¿por qué el cierre del aeropuerto de Jartum provocó esa reacción en Hemedti? Para contestar a esta pregunta debemos volver un momento al pasado y concretamente a la región del Darfur.

Durante los años de represión de Hemedti en la región del Darfur este hombre se convirtió también en lo que en Europa conocemos como un “Señor de la Guerra”. Aprovechando las masacres contra la población local y la migración de estas personas Hemedti se hizo con buena parte del negocio minero de la región, buena parte del oro que sale de Sudán sale del Darfur y uno de los gerifaltes de esa industria es el líder de la Fuerzas de Apoyo Rápido.

El Aeropuerto es importante para Hemedti porque desde ahí envía el oro de sus minas a uno de sus aliados desde antes de la guerra: EAU. Así es, parte del oro que se vende en los grandes mercados de Dubai o Abu Dhabi proviene probablemente de las minas de Hemedti.

El bando presidencial liderado por Al-Burham ha acusado a los EAU de armar las Fuerzas de Apoyo Rápido de Hemedti pero como siempre ocurre en estas situaciones los EAU han negado tal acusación.

Hablando de aliados de Hemedti otro aliado parece ser la Rusia de Putin que habría mandado a los Wagner para ayudar a Hemedti en su guerra contra al Burham aunque oficialmente se presentan como alguien neutral que busca mediar entre las partes.

Por último en la lista de aliados comprobados de Hemedti aparece otro señor de la guerra, pero esta vez Libio. Hablamos de Khalifa Haftar, autoproclamado como Jefe de Gobierno de Libia y Comandante en Jefe del Ejército Nacional Libio que es su propio ejército con el que controla parte de Libia con ayuda también del Grupo Wagner.

Una vez conocidos los motivos y aliados de guerra de Hemedti toca hablar de Abdelfattah Al Burham y sus aliados.

Las primeras alianzas que ha hecho Al Burham ha sido con los enemigos de Hemedti en el Darfur. Así Malik Agar del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán del Norte ha ocupado el puesto de Hemedti como Vicepresidente del Gobierno de Transición.

Como estos movimientos hay muchos más que se unen al bando de Al Burham no porque les caiga simpático sinó más bien en oposición a Hemedti, sus FAR/RSF y a sus métodos brutales bien famosos en el Darfur.

El Ex-Ministro de Inteligencia Israelí, Eli Cohen, reunido con el Presidente del Gobierno Transitorio Abdelfattah Al Burham.
📸 Reuters.Com

Así es, un viejo enemigo aparece ahora en la lista de aliados de un gobernante en Sudán. El Estado de Israel estaría ofreciendo ayuda al bando gubernamental en el campo de la inteligencia sobretodo buscando que el país se mantenga dentro de los Acuerdos de Abraham.

El país de Zelenski parece también haber elegido apoyar al bando de Al Burham con el fin de diluir el poder ruso en África. Por ahora se sabe que Kyiv ayuda en materia de inteligencia al bando gubernamental sudanés.

Aunque negado por la parte egipcia se afirma desde distintas fuentes occidentales que El Cairo está apoyando de una manera u otra al Gobierno de Transición de Al Burham. La idea es evitar que Egipto quede rodeado de países inestables que puedan contagiar esa inestabilidad a la tierra de las pirámides.

Como podemos ver Egipto está rodeado de países en constante conflicto.
Ya sea Gaza (Palestina), Israel, Sudán o Libia desde 2011 la República Árabe de Egipto goza de relativa tranquilidad.
📸 Worldtrip-Geografía.Blogspot.Com

Lo que queda claro después de este largo artículo es que el conflicto de Sudán es algo tremendamente complejo.

Según distintas ONGs como “Médicos Sin Fronteras”, medios occidentales (El País, France24, BBC Mundo, DW etc…) o la propia ONU/OMS la cifra de víctimas mortales estaría entre 120.000-150.000 personas desde el estallido del conflicto.

Entre 8-10 millones de personas habrían abandonado el país y en torno a 25 millones de personas estarían en riesgo de ser víctimas de una crisis alimentaria o bien de una crisis sanitaria ante la dificultad de llevar comida y medicamentos a todas las partes de Sudán.

Como siempre, todas las cifras que se dan en una guerra son provisionales pero teniendo en cuenta lo crueles que suelen ser las guerras en el continente africano, véase la guerra mundial africana, la situación real podría ser PEOR.

¿Cómo y cuándo acabará la guerra?

Difícil saberlo teniendo en cuenta que de casi 70 años de independencia Sudán ha vivido más de 40 en guerra. Por ahora las dos partes no quieren negociar y se boicotean mútuamente por lo que es difícil saber cuándo parará exactamente.

Lo que es probable es que mientras la goma arábiga siga llegando a los grandes conglomerados de refrescos no habrá mucho problema. Desgraciadamente la tercera guerra civil sudanesa parece que, si nadie lo remedia, se convertirá en otra guerra más en el continente africano obviada por “el primer mundo”.

La guerra parece que no tendrá un final rápido ni sencillo pero viendo de donde provienen ambas partes (Al Burham y Hemedti) queda claro que gane quien gane el perdedor será el pueblo sudanés.


Descubre más desde Internacionalizare

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

Descubre más desde Internacionalizare

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo